Comenzamos el otoño reuniéndonos en la cámara de comercio de Bayona, el grupo linero del norte y sur de los pirineos para conocer a Patricia Bishop, de la empresa Taproot, que ha venido desde la costa oeste del Atlántico, de Nueva Escocia, Canada.
Patricia nos ha contado como desde su mentalidad de agricultores que llevan mucho tiempo cultivando vegetales de forma sostenible y repartiéndolo en bolsas de consumo se plantearon cultivar ropa y al conocer que la planta del lino crece favorablemente en climas atlánticos empezaron a cultivarlo con la idea de poder ofrecer junto con sus vegetales prendas locales
Su empresa se llama Taproot y su objetivo es crear una economía local que genere riqueza en las zonas rurales y pequeñas comunidades.
Han formado la CSL Comunity Shared Linen como una oportunidad para hacer una industria textil a escala local que haga todo el proceso desde el cultivo hasta la confección de prendas finales.
Al comenzar con el cultivo del lino vieron como no había maquinaria adecuada para poder transformar las fibras en la escala de comunidad que ellos querían, se encontraron con que o trabajaban con herramientas artesanales antiguas que requerían muchísimas horas o tenían que pensar en máquinas de la industria textil muy complejas y totalmente inasequibles para trabajar a escala pequeña.
El encuentro ha sido muy interesante porque hemos visto que las maquinas que ofrecen solucionan una parte importante del proceso de transformación desde la cosecha hasta la obtención de la fibra limpia y cardada. Queda todavía por resolver, el proceso del hilado pero ya hay también contactos importantes que nos pueden ayudar a avanzar con ello.
La idea de que el conocimiento de la cultura del lino nos une con comunidades de la otra costa atlántica es muy enriquecedora y la sensación de este primer encuentro ha sido muy positiva.
Con el lino ya sembrado tenemos ahora tiempo para ir preparando lo necesario para que la cosecha sea beneficiosa para nuestra región.
Desde CHub estamos creando una red extensa que sea un ecosistema alrededor del lino. Queremos juntar a agricultores, diseñadores, costureras, pequeñas empresas locales, tejedores, investigadores, artesanos y artistas pilotando asi la creación de una economía textil regenerativa, vinculada a la salud de las personas, de los suelos y de las comunidades.
El lino puede ayudar a generar una mayor valoración social del territorio y sus recursos, constituyendo un sustrato cultural que apoye el proyecto de la Bioregión, tendiendo a optimizar las posibilidades de resolver el máximo de sus necesidades básicas (energía, agua, alimento y ropa) con criterios de proximidad.
En eso estamos trabajando y os lo seguiremos contando.
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